Arroyo Ventana: una gestión que reconstruyó un pueblo nuevo


En abril de 2014 un aluvión sorprendió a los vecinos de Arroyo Ventana en plena madrugada. El agua y el barro se llevaron absolutamente todo: casas, escuela, centro de salud, salón comunitario.

Pero la comunidad transformó ese dolor en fortaleza, y con el Gobierno Provincial presente desde el primer día, volvieron a levantar el pueblo ladrillo por ladrillo. 

No existen registros en los libros de historia de una situación similar en Río Negro: un Gobierno trabajando en conjunto con vecinas y vecinos para reconstruir un pueblo desde cero tras un desastre natural.

Día tras día, El Gobierno y los pobladores se dedicaron a planificar y reconstruir su hogar. Se eligió un nuevo asentamiento, cruzando la Ruta Provincial 58, a 500 metros del anterior, en un terreno más alto y fuera del alcance de las crecidas del arroyo.

La Provincia estuvo presente de inmediato, a través de diferentes organismos. Porque si bien se comenzaba a planificar la obra futura, había urgencias que atender: asistir a las familias que habían perdido todo, garantizar los servicios básicos y reparar 15 kilómetros de acueducto que habían sido arrastrados por el arroyo. Rápidamente se dispuso invertir casi $20.000.000 para cubrir las primeras necesidades.

De a poco, el nuevo pueblo comenzó a tomar forma. Se inauguraron la nueva escuela, el nuevo tendido eléctrico e iluminación, se entregaron casas y se pusieron en marcha los garrafones. También se relocalizó la nueva cancha de fútbol y se construyó el nuevo salón de usos múltiples.

En octubre de 2017, tres años y medio después de la tragedia, se cortaban las cintas del nuevo Arroyo Ventana, un pueblo que volvía a nacer.

Se sumarían luego más viviendas, un centro de atención primaria de salud, un destacamento policial y una estación móvil de combustible. Los servicios estaban garantizados.

“Esta es la muestra cabal de que para nosotros nunca hubo, ni habrá, ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda. Todas las familias rionegrinas tienen los mismos derechos, vivan donde vivan. Esta es una provincia donde todos nos sentimos parte, nos sentimos iguales y donde tenemos las mismas oportunidades”, resaltó el gobernador Alberto Weretilneck.