Casa Patria Río Negro quiere expresar algunas consideraciones acerca del Ciclo Lectivo que se inicia y las situaciones que generaría una presencialidad ¿obligatoria? que entendemos requiere de un análisis serio,
responsable y atendiendo a la realidad de cada provincia, de cada lugar y de cada escuela.
Todas/os somos testigos de las gravísimas condiciones epidemiológicas que estamos atravesando por la pandemia del COVID. Día a día no dejamos de sorprendernos con la profundización de esta crisis en el mundo y
particularmente en nuestros lugares.
Entendemos que es esta la primera e incuestionable responsabilidad del Estado: garantizar las condiciones que garantizan el derecho a la salud de la comunidad y particularmente de los
niños y adolescentes de nuestras escuelas.
Todas/os asistimos al colapso de los sistemas de salud que, particularmente en Río Negro está dando muestras hace ya varios meses. A la fecha tenemos 2.564 casos activos, 46.523 curados, 1142 fallecidos.
Estos datos aún alarman. Más allá que tenemos la vacuna ya en nuestro País, desde el Ministerio de Salud no se ha vacunado a la totalidad de los agentes de salud, esto provoca un retraso en llegar a la totalidad de la población.
Es por eso que desde el punto de vista sanitario, la vuelta a clases necesita una real organización, estudio e investigación en cuanto a esta gran Pandemia .
Las/os ciudadanos de esta provincia (que desde los inicios fue una de las más comprometidas en la gravedad de la pandemia) escuchamos atónitos como se recibían turistas sin controles cuidados ya desde el invierno.
Cualquier ciudadano que camina hoy por las calles de Bariloche asiste a una escena de múltiples turistas visitando una ciudad cuyo sistema de salud perdió su capacidad de atención en el sector público y privado.
En vano fueron los intentos a todas voces de los profesionales de la salud por evitar las consecuencias que esto nos está ocasionando en el día a día.
Hoy en materia educativa existe una aparente “controversia” de dos conceptos virtualidad vs presencialidad. Nosotros creemos que es una falsa contraposición, un falso debate, una vana utilización política que quiere distraer arteramente del foco de atención.
Toda la sociedad apoya la presencialidad, es indiscutible que es una necesidad de características integrales para la vida de los niños y adolescentes, este debe ser un año en que la presencialidad vaya en aumento. Y acá es donde el Estado debe trabajar comprometidamente en la seguridad de alumnos y docentes y de la comunidad toda.
Apoyamos que haya mayor presencialidad, gradual y con tres garantías indeclinables: poner en marcha el plan de vacunación docente, generar las condiciones edilicias y sanitarias posibles para la vuelta y ocuparse de manera inminente de todos los alumnos que estuvieron desvinculados del sistema por falta de recursos en 2020.
En la Provincia de Río Negro el año 2020 fue un año de “ausencia” de las autoridades tanto en materia pedagógica como en materia de infraestructura para la seguridad sanitaria. Venimos de una experiencia en la que muchos chicos quedaron afuera, en que cada escuela y localidad se organizo como pudo, las consecuencias van a impactar durante mucho tiempo, las heridas subjetivas de la pandemia en nuestros alumnos van a perdurar y en ese sentido tenemos el desafío de “exigir” que no se siga avanzando a los tumbos y a cualquier costo.
La falta de direccionalidad es crónica. El desconcierto se hace presente en medidas ministeriales o de gobierno que preocupan: tal el protocolo emitido pos las autoridades de vuelta a clases que resulta impracticable.
Es indispensable pensar las consecuencias de un “regreso obligatorio” y extremar cuidados en ese proceso.
Existen experiencias en el mundo previas que debieran servir como alertas. Ayer en una escuela de Las Grutas pasó lo indeseado: cierre abrupto de una escuela por falta de prevenciones. Eso de actuar siempre sobre lo emergente no solo habla de una falta de planificación sino de consecuencias que pueden ser masivas y alarmantes.
No podemos seguir desconociendo la complejidad y el riesgo que significa volver en condiciones indecibles por la falta de revisión/inversión. Se contrapone desde el relato la “vuelta a clases” como una versión idealizada sin atender a lo básico. Cuesta creer que autoridades en clarísimas funciones de gobierno expongan a la comunidad a efectos de extrema gravedad mas aún en las condiciones angustiantes que muchas de las localidades de esta Provincia están viviendo.
Todas estas condiciones deben ser consideradas, cada escuela tiene diferentes posibilidades y particularidades. La precariedad en las condiciones, espacios disponibles y recursos de muchas escuelas hace que
la definición del retorno obligatorio sea muy ambigua, imprecisa y un tanto inviable.
Lo transitado en el 2020 debe ser el punto de partida, se debe proteger a la comunidad educativa garantizando las condiciones. La negación no es el camino. Debe existir una verdadera construcción colectiva en 2021 saliendo del lugar de la utilización político partidaria de quienes usan el “versus” para tirar bombas de humo y no atender a lo real con una negligencia inconmensurable.
Para ello se debe atender la situación con las características de la gravedad y la emergencia que conlleva la pandemia. Pensar interdisciplinariamente y colectivamente es lo que va a resguardar y proteger a TODA LA
COMUNIDAD, niños y adolescentes incluidos
Instamos al Gobierno de la Provincia de Río Negro y a las autoridades ministeriales que asuman la direccionalidad pertinente al respecto de manera de construir un regreso responsable y protegido Exigimos que
se cumpla con las condiciones necesarias fijadas a nivel nacional para garantizar una presencialidad cuidada que implique el resguardo de la salud de las comunidades educativas y de la población en general.
CASA PATRIA RÍO NEGRO