Hiparsa sobrevive en Sierra Grande como “gran inmobiliaria”


En Sierra Grande tirás una piedra hacia arriba y aparece un lote de Hiparsa”. La frase está muy instalada en la localidad serrana. La repiten los lugareños y define en qué se convirtió la empresa que administra los bienes que quedan de la mina de hierro.

La empresa estatal rionegrina Hierro Patagónico Rionegrino Sociedad Anónima (Hiparsa) fue creada en 1993 por el gobierno del radical Horacio Massaccesi. ¿El objetivo?: administrar los activos y pasivos del gran complejo heredado de Fabricaciones Militares. Desde el 2008 está en proceso de liquidación, ya no produce hierro y su función se asemeja a la una gran inmobiliaria: administra unas 800 casas y dispone de gran cantidad de terrenos para la venta, algunos de alto valor inmobiliario en la zona de Punta Colorada.

La posesión de la mayoría de las casas que ocuparon desde hace 40 años los mineros se está regularizando.

En el patrimonio de Hiparsa figuran 263 viviendas que ocupan familias y en estos días se están entregando las escrituras. Otras 200 casas se cancelan a largo plazo con planes de pago, y de acuerdo a las posibilidades de cada grupo familiar. La cotización de cada casa ronda el millón de pesos. La comisión liquidadora tiene otras 300 viviendas a las que busca regularizar vía planes de pago.

Un gran atractivo de Hiparsa son sus terrenos. Cuenta con 70 hectáreas en un frente costero y están disponibles para una urbanización.

La empresa estatal vendió hace poco al Instituto de Promoción y Planificación de la Vivienda (IPPV) y a un costo de $200.000 unos 120 lotes ubicados en el casco urbano. El organismo llamará a licitación para dotar al lugar de infraestructura de servicios y allí construir un complejo en convenio con la Unión Trabajadores de la Educación de Río Negro (Unter).

El actual liquidador es el ex intendente justicialista Adrián López y avala lo que dicen aquí muchos vecinos: “tirás una piedra hacia arriba y aparece un lote de Hiparsa”. Asoció a la empresa con la figura de una inmobiliaria ya que “estamos legalizando la ocupación” de casi 800 viviendas que en su momento fueron construidas por la vieja Hipasam.

“Hay inmuebles -apunta- que pasaron por 10 ó 12 manos, abuelos, nietos. Las facturas venían a nombre de uno y otro; sin embargo, los impuestos municipales llegaban a nombre de Hiparsa y todo esto hay que reordenarlo en forma individual”.

En cuanto al destino de los fondos por venta, aclaró que se están empleando en el pago de escrituras, en honorarios de agrimensores que realizan el registro catastral de las unidades, el funcionamiento y los salarios de tres empleados. Esos recursos generados le han permitido al liquidador desentenderse de asignaciones presupuestarias del estado provincial, aún cuando tiene partidas disponibles, informó. A 2018, el dibujo de previsión superó los $ 4 millones.

Para el próximo año, aseguran que la provincia no brindará fondos para su funcionamiento. (rionegro.com.ar)