Pasó un año y la producción de Hidrógeno Verde se demora en Río Negro


La provincia anunció en noviembre de 2021 una mega inversión para desarrollar esta energía renovable de la mano de una empresa australiana. La demora de la ley de regulación nacional para la industria frenó el impulso inicial.

Pasó más de un año y la producción de Hidrógeno Verde en Río Negro no desembarcó con la potencia que se esperaba tras el anuncio realizado en la Cumbre de Cambio Climático en Glasgow. Termina el 2022 sin ley de regulación de esta energía renovable porque el proyecto continúa en análisis en el ministerio de Economía, sin asomar por el Congreso de la Nación.

La mega inversión de 8.000 millones de dólares, que pretendía realizar la empresa australiana Fortescue, es incipiente y los puestos de trabajo generados hasta ahora están muy lejos de los 15.000 prometidos en noviembre del año pasado. Solo medio centenar de profesionales están abocados a estudios vinculados a este desarrollo y en Sierra Grande esperan el cambio de su matriz económica que los ilusionó un año atrás.

Tuvimos un montón de avances a lo largo de este año, en enero se presentó la iniciativa privada que se aprobó por unanimidad en la Legislatura, se creó una comisión, se comenzaron a realizar estudios sobre la base de permisos, hicimos aportes sustantivos al proyecto de ley de regulación nacional y ahora esperamos esa ley de promoción y fomento que debe sancionar el Congreso”, afirmó a RÍO NEGRO el secretario de Estado de Planificación, Daniel Sanguinetti.

El plan original tenía un esquema progresivo de inversiones. Se trata de un proyecto a “mediano plazo”, insistió Sanguinetti quien remarcó que se trabaja de manera “seria, con todos los estudios, con información para tener licencia social”.

La inversión actual

En la práctica, hoy la empresa Fortescue cuenta con seis mástiles de viento instalados, dos de ellos en la zona de Punta Colorada y otros 4 en tierras privadas que la empresa compró y que están por fuera del proyecto original, por lo que sus permisos van por otra vía.

El proyecto plantea la instalación de 17 mástiles de medición de vientos. Sanguinetti explicó que la mayoría estarían emplazados en la Meseta de Somuncura y “si bien no hay impacto según el plan de manejo vigente, que es del año 2006, decidimos actualizarlo y esperar”.

Para eso se contrataron unos 45 profesionales de la Universidad de Río Negro que realizan nuevos estudios de diversas características vinculadas al ambiente, pero también a la vida silvestre como el sobrevuelo de los cóndores que transitan por esa zona.

Sanguinetti destacó esta “actualización del plan de manejo” como una medida de relevancia para avanzar en un “cuidado y prolijo” desarrollo del Hidrógeno Verde en Río Negro. También destacó que con los profesionales en campo se genera un movimiento económico en la Región Sur.