Sierra Grande sumó medidas preventivas, pero no se suspendieron las clases como pidió el intendente


El intendente de Sierra Grande, Renzo Tamburrini, confirmó que días atrás requirió a la provincia a través de la Dirección de Municipios medidas de restricción por el aumento constante de contagios por COVID, mucho más virulentos, incluyendo suspender las clases presenciales. Esto implicó que el Ministerio de Salud incorporara a la localidad al conjunto de medidas preventivas que ya rigen en los departamentos General Roca y Bariloche, aunque no incluyó la suspensión de clases presenciales, lo que fue criticado por el jefe municipal, sobre todo porque no hay un normal acceso al agua potable por una rotura del acueducto que se produjo hace un mes. Denunció además que el sistema de salud en la localidad “es de una tristeza tremenda” y el hospital ni siquiera puede atender un parto.

Respecto a las medidas preventivas que rigen actualmente en Sierra Grande, hasta el  21 de mayo la circulación estará habilitada solo entre las 6 y las 24. Además, los locales gastronómicos podrán funcionar y atender clientes en sus salones diariamente hasta las 24, con una ocupación máxima del 30% de su capacidad. Cines, teatros, clubes, gimnasios, centros culturales y otros establecimientos afines funcionarán con una ocupación máxima del 30% de su capacidad. Actividades de casinos, bingos, y discotecas permanecerán prohibidas al igual que las reuniones sociales en domicilios particulares y los encuentros al aire libre entre más de diez personas

Tamburrini explicó a APP en esta segunda ola se dan casos muy virulentos que afectan a gente joven, de 25, 30 o 40 años. Recordó “en el verano tuvimos picos de hasta 150 contagios activos simultáneos”, pero que en general no evolucionaron con gravedad, mientras que recientemente con 30 casos, ya teníamos 6 personas internadas de gravedad, con asistencia respiratoria, “de las cuales 3 fallecieron”.

“Falleció un muchacho de 32 años, que no tenía ningún factor de riesgo, hay también un deportista de unos 45 años con asistencia respiratoria, han fallecido personas de 47 o 48 años, es decir, estamos muy preocupados por la fuerza de los contagios y esto complejizado además por la falta de agua por una rotura del acueducto que, entre otras cosas, impide a las familias higiniezarse correctamente para mandar los chicos a las escuelas”, describió.

Denunció además sobre la situación de la salud en la localidad que “tenemos un sistema derruido y abandonado en los últimos 20 años, nuestro hospital necesita una reparación integral, la última inundación la afectó más, no tenemos una sola cama de terapia intensiva útil, tenemos que hacer derivaciones y ni siquiera podemos atendr un parto”. Informó que la gente está movilizada por este tema y ha impulsado un amparo. (APP)