No hubo descanso para los oficiales en “la joya” balnearia.
Cuando uno escribe en el buscador de Google “Playas Doradas”, inmediatamente aparecen postales de su playa con arena brillante y calificativos como “paraíso” o “joya”.
Pero lejos de esas búsquedas, también hay casos cotidianos que engloban las páginas policiales.
El último fin de semana estuvo bastante agitado para la Subcomisaría 57, con dos situaciones que merecieron intervención policial.
Pasadas las 5 de la mañana del domingo, un ciudadano se hizo presente a la dependencia manifestando que un amigo había sido apuñalado afuera del local “Nikasi” y dio la identidad del agresor.
La víctima fue asistida de urgencia en el periférico local con una herida de arma blanca y luego fue trasladado al hospital más cercano, en Sierra Grande.
Una vez que se pudo dialogar con el herido, advirtió que su verdugo fue un sujeto que todos conocen como “Vaquita”.
Cuando buscaron a “Vaquita”, éste se encontraba haciendo disturbios en la vía pública, en estado de exaltación, y se ganó una aprehensión por parte de la fuerza.
Otro caso sensible
Horas después, a las 8, una vecina denunció que tres jóvenes ingresaron a su propiedad con colchones y amenazaron con que no se iban a ir de ese lugar.
Efectivos de la 57 concurrieron al sitio. Allí comprobaron que estaban dos masculinos de 20 y de 23 años y una chica de 16.
Los dos adultos fueron detenidos por usurpación y hurto y la menor fue entregada a la SENAF.
El Gabinete de Criminalística de Sierra Grande secuestró varios elementos, dejando todo en manos del Ministerio Público Fiscal para una eventual acusación.
Se espera que la agitación urbana no se siga trasladando a lugares de descanso como Playas Doradas y que mermen estos episodios de conflictos.
